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La Sombra De Isis

El poder Corructo

<b>El poder Corructo</b>

Se oye, se comenta, se rumorea. Nos han dicho que han oído que decían, que el linchamiento sigue, sin prisa y sin pausa. Pero firme, siempre firme.

Algunos callan, otros protestan veladamente y otros gritan, pero rápidamente sus voces son acalladas y de ellos no queda nada.

No puedo llegar a entender qué sentido tiene estar rodeado de gente que solo te alaba y nunca dice la verdad.

Hoy viendo la vida de la primera ministra Indira Ghandi, me seguía fascinando como puede corromper el poder.

Indira Ghandi, se crió al lado del gran Mohandas Karamchand Gandhi, aunque no eran familia, pero ella era hija única de uno de sus principales activistas Jawaharlal Nehru, que fue el primer presidente de la India Independiente.

Desde pequeña mamo la cultura del Partido del Congreso que había conseguido liberar a la India del yugo del Reino Unido.

Al morir su padre, algunas voces la elegían como sucesora, pero ella se negó, nombrando primer ministro a Shastri y este la nombró ministra de Información. Dos años después a la muerte de éste, fue impulsada a la secretaría general del partido del Congreso y, por extensión, al puesto de primera ministra. Siendo la primera mujer que tenía ese puesto en la India.

Su actuación en el seno del gobierno, se caracterizó por una política progresista, nacionalizó la banca, concediendo créditos a las castas más desfavorecidas y elaborando planes de gobierno que hizo erradicar el hambre, que en esos años asolaba el país.

Acabó con las revueltas independentistas de Pakistan Occidental, y fue nombrada hasta diosa por el pueblo.

Pero, 10 años después toda su política estaba corrupta por la avaricia de poder. Quiso en todo momento tratar de promover que su hijo menor, fuese su sucesor político. Sanjay Gandhi, hombre sin educación y burdo, se había convertido en un máximo político y era notoria la confianza que Indira le depositaba. Fomentó una política de control de la natalidad que incluía programas de esterilización a la fuerza y con listas negras.

En unos años, la salvadora del pueblo, se había convertido en una autentica dictadora.

En 1975 fue acusada de una infracción menor de la legislación sobre elecciones durante la campaña de 1971.

Afirmando su inocencia, dijo que la acusación era parte de un intento para apartarla del cargo y en lugar de dimitir, ante las protestas de la oposición y el pueblo, declaró el estado de emergencia y suprimió las libertades individuales, que mantuvo durante dos años, alargando hasta el máximo la celebración de elecciones libres.

Llegó incluso hasta cortar la luz de los periódicos, para mantener el control de lo que se publicaba.

Ello, unido a una serie de medidas que no contaron con el favor de la población, contribuyó a su derrota en las elecciones de 1977. Tuvo que abandonar hasta su casa y durante un tiempo estuvo aislada de la política.

Su querido hijo Sanjay murió en un accidente aéreo, por lo que Indira Gandhi formaría a su hijo mayor como su sucesor (Rajiv, quien asumió el cargo de Ministro al morir su madre); sin embargo, al inicio de esta década varios estados indúes reclaman su independencia del gobierno central y ambos recurren a la violencia. En 1983 fue electa presidenta del movimiento de Países No Alineados, siendo asesinada por dos de sus guardias de seguridad de origen sijs el 31 de octubre de 1984.

El poder la corrompió, como a tantos otros. Unos más grandes, otros más mindunguis, pero el camino seguido por todos es el mismo.

¿Seremos todos así?

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