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La Sombra De Isis

Pre Boda

<b> Pre Boda </b>

Diario de una boda.

 

Me parece realmente increíble que me vuelva a casar. Tras 14 años separada y con un anterior matrimonio que duró 10 años, en los que siempre, desde el primer momento quise estar soltera, me parece increíble que me vuelva a casar.

He pensado mucho el porqué me casaba. Solo una cosa me convenció para dar el paso. No tenía ni la más mínima necesidad de hacerlo.

Hace tiempo que convivo con mi pareja, la relación no va a cambiar, somos de hecho un matrimonio consolidado, de los que tenemos nuestros espacios y nuestras uniones. Respetamos nuestras individualidades y eso es quizás lo que nos ha hecho más compactos. Elegimos un tipo de pareja que nos gusta y nos llena a los dos, Nuestros repartos de responsabilidades están complementados a nuestro beneficio. Nuestros respectivos hijos aceptan y viven esta unión como algo natural.

Realmente, no necesitamos casarnos y por eso lo hacemos. Porque si ese hecho nos lleva a un más allá del punto donde estamos, perfecto y sino también pues estamos perfectos donde estamos.

El proyecto de boda, empezó por parte de Dani. Como él dice, siempre se ha querido casar conmigo, la reticente era yo, que no es que no me quisiera casar con él, sino que simplemente no me quería casar.  He de reconocer que con su amor fue dejando atrás mis reticencias hacia ese estado civil.

Como soy poco dada a los grandes eventos, sugerí una boda íntima y sencilla, vamos él y yo y nadie más, vale los testigos porque no queda otra. En vaqueros y a nuestro rollo. Yo ya había tenido una mega boda, por la iglesia, más de 200 invitados y toda la parafernalia. Pero él no. Su boda fue triste y sombría, ausente de todo lo que hubiese deseado, desde ceremonia hasta convite. Total a mí que me costaba. Nos metimos en el embrollo de la boda.

Boda civil, eso sí en el ayuntamiento de nuestro barrio. Una merienda-cena solo de familia directa. Total 30 personas, bueno alguno de esos amigos que uno quiere tener allí, 35 somos y porque alguno ha fallado.

El salón lo descubrió Daniel hace casi dos años, según lo vio  pensó que ese sería nuestro salón de bodas, cuando me lo enseñó me encantó, intimo, coqueto, cercano. El menú lo diseñó él como buen cocinero que es y yo decidí la estética de todo el conjunto. Desde el reparto de mesas como adornos, regalos y detalles que conjuntan la boda, la mayoría hechos por mí.

De repente me vi envuelta en la aventura de la boda, los detalles me traen loca, pero estoy disfrutando como si estuviera creando el mayor acontecimiento de mi vida y poco a poco lo he ido sintiendo así.

El traje de la novia, es aquel en el nunca habría pensado y del que me he enamorado, me encanta, los zapatos, las joyas el tocado. La ropa interior, etc. No hay detalle en el que no haya pensado y contribuido.

El traje del novio, lo mismo, color de la corbata, camisa, gemelos, todo está pensado y construido con mi atenta mirada.

Los trajes y complementos de nuestros hijos, todo está perfecto.

Elegir el ramo, el peinado, el maquillaje. Me siento diseñadora de un gran evento y estoy completamente feliz y veo a Dani feliz, aprobando lo que hago, pues todo destila amor y detalle.

Y ahora a mis 44 tacos ya ves tú (dixit Sabina) entiendo la emoción de una novia.

2 comentarios

Sirk -

Felicides mama ^^ me alegro mucho de que seas felix y me encanta el diario que has hecho ,wapa ^^

besitos x internet, Cris

papellona -

FELICIDADES A LOS DOS!!!!

Qué feliz te veo, y que guapos estaréis los dos!!

Un beso enorme.