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La Sombra De Isis

CHAMPÁN Y MUJERES, LA PASTA HA LLEGADO

Por fin ha vuelto el dinero ¿? Las bolsas suben, los intereses bajan. Los ricos que tambien lloraban, vuelven a sonreir. Y los pobres, los de siempre, somos un poco más pobres y más exclavos si cabe.

Los millones de € son para los bancos, pobrecitos ellos que estaban sin liquidez. Yo los comprendo bien, sé de la tristeza de estar sin liquidez o más bien constantemente liquidada. ¿Como no iban a estar tristes?

Los gobiernos intervienen bancos, nos hacen más prisioneros. Ahora somos deudores del estado. Cuando nos roben ¿a quien pediremos cuentas? ¿al ladrón?

Hablan de la recesión real, no del número circense que se han montado unos cuantos para tener más el poder, la de a pie, la que nos va a liquidar un poco más si cabe. Sus soluciones, liberalicemos más el despido. Den crédito a las empresas. Subamos los impuestos.

Los que estamos jodidos somos más y los "poderosos" sin nosotros no son nadie. Quieren echarnos, ¡vale! ¿quien les va a sacar la producción de sus podridas empresas? ¿no nos dan crédito? ok. Que se coman con patatas sus pisos basados en especulación sin escrúpulo. O los Bancos que les financiaron haciendo su agosto bienal.

Tenemos el poder, somos el motor. Toda su tecnología no vale nada sin trabajadores. Hay que recolocar las leyes del juego. Somo muchos a opinar, no solo a acatar, porque el pueblo somos MÁS y valemos mucho MÁS.

VIENTOS DEL PUEBLO ME LLEVAN

Vientos del pueblo me llevan,
vientos del pueblo me arrastran,
me esparcen el corazón
y me aventan la garganta.

Los bueyes doblan la frente,
impotentemente mansa,
delante de los castigos:
los leones la levantan
y al mismo tiempo castigan
con su clamorosa zarpa.

No soy un de pueblo de bueyes,
que soy de un pueblo que embargan
yacimientos de leones,
desfiladeros de águilas
y cordilleras de toros
con el orgullo en el asta.
Nunca medraron los bueyes
en los páramos de España.

¿Quién habló de echar un yugo
sobre el cuello de esta raza?
¿Quién ha puesto al huracán
jamás ni yugos ni trabas,
ni quién al rayo detuvo
prisionero en una jaula?

Asturianos de braveza,
vascos de piedra blindada,
valencianos de alegría
y castellanos de alma,
labrados como la tierra
y airosos como las alas;
andaluces de relámpagos,
nacidos entre guitarras
y forjados en los yunques
torrenciales de las lágrimas;
extremeños de centeno,
gallegos de lluvia y calma,
catalanes de firmeza,
aragoneses de casta,
murcianos de dinamita
frutalmente propagada,
leoneses, navarros, dueños
del hambre, el sudor y el hacha,
reyes de la minería,
señores de la labranza,
hombres que entre las raíces,
como raíces gallardas,
vais de la vida a la muerte,
vais de la nada a la nada:
yugos os quieren poner
gentes de la hierba mala,
yugos que habéis de dejar
rotos sobre sus espaldas.

Crepúsculo de los bueyes
está despuntando el alba.

Los bueyes mueren vestidos
de humildad y olor de cuadra;
las águilas, los leones
y los toros de arrogancia,
y detrás de ellos, el cielo
ni se enturbia ni se acaba.
La agonía de los bueyes
tiene pequeña la cara,
la del animal varón
toda la creación agranda.

Si me muero, que me muera
con la cabeza muy alta.
Muerto y veinte veces muerto,
la boca contra la grama,
tendré apretados los dientes
y decidida la barba.

Cantando espero a la muerte,
que hay ruiseñores que cantan
encima de los fusiles
y en medio de las batallas.

Poemas de Miguel Hernández

 

La Milá en estado puro

Es ella, poco más se puede decir.

ULAP2 (es decir, “Huele a Pedos”, si se deletrea). Es el puto amo.

El entierro

<b>El entierro</b>

Capitulo 1

 

Aquello parecía un circo. Una multitud de gente hablaba sin parar, aunque curiosamente no se oía nada. Era como una película muda, en la que ves que la mueven las bocas, pero no oyes nada.

Pocos lloraban. Los llantos se calmaban tras los saludos y las horas hacían que las conversaciones fueran por otros derroteros. Después de todo, aquello era como las bodas, bautizos y comuniones, una ocasión para verse los que nunca se ven.

Entre aquella multitud, llegó alguien se acercó, y el sonido volvió a esa absurda película.

-          Hola Nines.

Oí a Paula, sentada a mi izquierda, contar lo mucho que sentía no poder dejar de contar chistes y reírse, era algo que le sucedía desde pequeña y le había traído más de un problema, pero los velatorios activaban ese “humor suyo” que no solo hacía que ella se riera sino los que estaban alrededor.

Por otro lado a la izquierda, Juli y Luisa comentaban, que tantas horas y tanta gente empezaban a soltar olorcillos cuando separaban las piernas, todo esto mientras se aguantaban una sonora carcajada.

Las tías de la Vila, tenían un picnic de velatorio bien organizado y la gente ya se iba acercando a reponer fuerzas, tomando calditos, cafés y bocaditos varios.

Me levanté y me fui con el Charlie a buscar a mi hermana, fuera de aquella sala.

El pasillo estaba también inundado de gente, no paraban de llegar.

Por un momento pensé que si el finado levantara la cabeza y viera a aquella gente, los hubiera mandado a todos a tomar por culo de allí.  No le gustaban los extraños y allí había poca gente conocida o íntima de él. Casi todos los presentes eran  amigos y familiares de los vivos.

Los compromisos sociales, de todos los hermanos, compañeros de trabajo de ellos. Amigos de los padres, familiares con los que él no mantenía ningún tipo de contacto y los pocos amigos eran más amigos míos y de su mujer que de él mismo.

Solo había un amigo suyo, un amigo de la infancia que se libró de las drogas, los demás, sus amigos de chute, no van a velatorios.

La presencia de sus suegros, me revolvió aún más el estómago. Él por lo menos se comportaba, pero ella tenía una cara de satisfacción digna de ser partida. Supongo que si fuera mi hija la que está casada con alguien como el finado, yo pondría la misma cara, pero tendría la decencia de no ir a enseñarla en su velatorio.

A la noche, quedó por fin, solo la familia. Larga familia, pero familia al fin y al cabo. A veces entraba en el cuarto donde estaba la caja, solo para comprobar que no estaba dormido, para convencerme que estaba muerto, que la gente dormida no se echa una siesta dentro de un ataúd. Con las horas, se le  empezó a hinchar un labio y parecía que tenía una calentura, pero seguía siendo él, ahí tranquilo, por fin tranquilo.

Capitulo 2

Dos días antes, la mañana se levantó rara. Yo me encontraba inquieta, pero ese era mi estado natural últimamente.

Cuando me estaba vistiendo, vino Javier y me dijo, sube al chalet de tus padres, ha llamado Sole al hospital y le han dicho que está mal, que vaya para allá.

El viernes habíamos ido a verle al hospital y ante su mejoría decidimos ir el fin de semana al chalet, que últimamente andaba muy abandonado. Y de repente, esto, había empeorado, tanto como para avisar que fuéramos todos.

Decidimos recoger todo, comer algo rápido y dirigirnos para allá. Llevamos a la peque a casa de los padres de Javier, allí mi suegro me dio casi el pésame, me contrarió, nadie dijo que se estuviera muriendo. Que tonta, aprendí luego a ver que la gente mayor muchas veces sabe lo que dice.

Cuando llegamos al hospital, mi padre se había ido para casa ya. Se despidió de él pero no pudo quedarse a ver como se moría. A mí me pareció fatal que hiciera eso mi padre, pero nunca pudo con los hospitales y así traté de convencerme de que no estaba tan mal, sino mi padre no se hubiese ido.

No podía respirar, tenia puesta una mascarilla de oxigeno, que se quitaba constantemente, para tratar de hablar. Respiraba con el estómago, éste se hundía entre las costillas, tan marcadas, para tratar de expulsar el poco aire  que había entrado.

Una de las veces que se quitó la mascarilla, me pidió un cigarro. Le contesté que con la mascarilla no podía fumar y no aguantaba mucho sin ella.

Entrábamos y salíamos de la habitación en grupos, para no cargarle. A su compañero de habitación le estaban trasladando a otra y tenía un ataque de histeria en el pasillo, aquel inmenso y largo pasillo.

Mi madre lloraba y decía:

-          Cuantas veces he visto esto y ahora me toca a mí.

Unas madres la consolaban, como ella había hecho tantas veces con otras.

En la planta cuarta eso era el pan nuestro de cada día. Los enfermos de SIDA.

Las enfermeras le seguían dando medicinas, una de las veces al tomar unas pastillas, casi se ahoga del todo. A las dos horas, volvió el turno de las nuevas pastillas.

Estábamos en la habitación en ese momento Javier, mi madre y yo. Mi madre dijo que se salía que antes lo había pasado muy mal, yo decidí quedarme con ellos. Javier le incorporó para que pudiese tragar mejor las pastillas y a mí me entró terror y decidí salir.

Un minuto después entro un médico y otras dos enfermeras. Salió Javier, me dijo se ha muerto. Los médicos y enfermeras entraban y salían. Yo pensé que lo salvarían, pero no fue así. A los cinco minutos salió un doctor que nos confirmó que había fallecido.

Yo me enfadé, dije que porque le habían dado las pastillas, pero Javier me confirmó que se murió antes de que la enfermera se las pusiera en la boca, al tenerlo en brazos, según le incorporaba, noto que se fue, no llegó a abrir la boca.

Al rato nos dejaron pasar, estaba tumbando en la cama, tranquilo, por fin tranquilo. Ya no luchaba por respirar, ya su estómago no se hundía en las costillas pareciendo que se iba a caer por el otro lado de la cama. Y su tranquilidad, me tranquilizó. Ya no sufría.

Volví a tratar de localizar a mi hermana mayor, que no habíamos encontrado aún.

-          Vente para el hospital. Dije cuando me cogió el teléfono.

-          ¿Está peor?. Me preguntó.

-          Si, está peor, vente para el hospital.

-          Pobrecito mío. Ahora mismo vamos para allá.

El teléfono que usé estaba al lado de su cama, di el mensaje mientras le miraba muerto, tratando de no demostrar la tristeza que me invadía según le miraba. No había desesperación porque él ya no sufría.

 

Capitulo 3

La mañana del martes día 4, al salir de aquel sótano, donde tenía la sensación de llevar media vida, me sorprendió la actividad.

Fuimos a desayunar a un bar cercano del hospital, la gente hablaba, reía. Las noticias seguían su curso. No se habían dado cuenta aún de que el mundo se había detenido, todo se había parado y nada importaba. Pero claro eso sucedía en mi interior, por eso no lo veían y por eso el choque para mí era tan grande.

A las 10 nos dijeron que fuésemos saliendo para el cementerio que ya se lo iban a llevar.  Los últimos en ir para los coches, fuimos mi hermano mayor y yo. Yo no quería irme sin ver como cerraban la caja. Entonces, cuando llegó el empleado de la funeraria me acordé, de lo que mi padre llevaba dos días diciendo.

-          Que no se nos olvide taparle  la cara, tenemos que traer un pañuelo o algo para taparle la cara.

Al ir a cerrar la caja, grité que parara. Mi hermano me miró extrañado, preguntándome que me pasaba.

-          Hay que taparle la cara. Dije.

-          ¿Por qué? Me preguntó

-          No lo sé, pero papá insistió mucho en eso, así que hay que taparle la cara.

-          Pues nada, si papá lo quiere, que se la tapen.

Así que le echaron la sábana que le cubría el cuerpo y dejaba ver la cabeza, también por encima y le taparon la cara. Entonces cerraron la caja.

Yo iba al cementerio en uno de los coches de duelo que la aseguradora pone al servicio de la familia. Estaba sentada al lado de mi madre y mi padre. Le dije a éste último, muy bajito, que nos habíamos encargado de que le taparan la cara. Mi padre no dijo nada.

En el cementerio había más gente aún que en el velatorio. Hasta el director de la empresa donde yo trabajaba entonces, un señor con el que me llevaba a matar, pero claro todo es un acto social y tenía que estar allí.

Al terminar el entierro, no sé como los familiares directos terminamos en una fila, donde la gente pasaba a darnos el pésame. Había una fila enorme, en un momento dado llegó mi suegro me besó y me abrazó, aprovechando con ese abrazo para sacarme de esa fila y depositarme en los brazos de Javier, mi entonces esposo, lejos de ese pésame infernal.

Al salir del cementerio, de vuelta a casa de mis padres, donde por aquel entonces vivía mi hermano, el muerto, recuerdo que pensé “Ahora ya sabemos dónde estás”, pensamiento producido por las tantas veces que él desaparecía y vivíamos pendientes de un teléfono.

La sensación de alarma al sonar el teléfono, duró más de un año después. Seguía cogiéndolo sobresaltada, por si eran noticias de él. El tiempo eso, también lo borro.

Pero nunca, se borrará su recuerdo. Nunca en los que le recordamos, nunca en la sangre que lleva su hija, aunque no sus apellidos. Nunca en los genes que la dibujan su cara tan igual a la de él. Él vivirá por siempre.

Pre Boda

<b> Pre Boda </b>

Diario de una boda.

 

Me parece realmente increíble que me vuelva a casar. Tras 14 años separada y con un anterior matrimonio que duró 10 años, en los que siempre, desde el primer momento quise estar soltera, me parece increíble que me vuelva a casar.

He pensado mucho el porqué me casaba. Solo una cosa me convenció para dar el paso. No tenía ni la más mínima necesidad de hacerlo.

Hace tiempo que convivo con mi pareja, la relación no va a cambiar, somos de hecho un matrimonio consolidado, de los que tenemos nuestros espacios y nuestras uniones. Respetamos nuestras individualidades y eso es quizás lo que nos ha hecho más compactos. Elegimos un tipo de pareja que nos gusta y nos llena a los dos, Nuestros repartos de responsabilidades están complementados a nuestro beneficio. Nuestros respectivos hijos aceptan y viven esta unión como algo natural.

Realmente, no necesitamos casarnos y por eso lo hacemos. Porque si ese hecho nos lleva a un más allá del punto donde estamos, perfecto y sino también pues estamos perfectos donde estamos.

El proyecto de boda, empezó por parte de Dani. Como él dice, siempre se ha querido casar conmigo, la reticente era yo, que no es que no me quisiera casar con él, sino que simplemente no me quería casar.  He de reconocer que con su amor fue dejando atrás mis reticencias hacia ese estado civil.

Como soy poco dada a los grandes eventos, sugerí una boda íntima y sencilla, vamos él y yo y nadie más, vale los testigos porque no queda otra. En vaqueros y a nuestro rollo. Yo ya había tenido una mega boda, por la iglesia, más de 200 invitados y toda la parafernalia. Pero él no. Su boda fue triste y sombría, ausente de todo lo que hubiese deseado, desde ceremonia hasta convite. Total a mí que me costaba. Nos metimos en el embrollo de la boda.

Boda civil, eso sí en el ayuntamiento de nuestro barrio. Una merienda-cena solo de familia directa. Total 30 personas, bueno alguno de esos amigos que uno quiere tener allí, 35 somos y porque alguno ha fallado.

El salón lo descubrió Daniel hace casi dos años, según lo vio  pensó que ese sería nuestro salón de bodas, cuando me lo enseñó me encantó, intimo, coqueto, cercano. El menú lo diseñó él como buen cocinero que es y yo decidí la estética de todo el conjunto. Desde el reparto de mesas como adornos, regalos y detalles que conjuntan la boda, la mayoría hechos por mí.

De repente me vi envuelta en la aventura de la boda, los detalles me traen loca, pero estoy disfrutando como si estuviera creando el mayor acontecimiento de mi vida y poco a poco lo he ido sintiendo así.

El traje de la novia, es aquel en el nunca habría pensado y del que me he enamorado, me encanta, los zapatos, las joyas el tocado. La ropa interior, etc. No hay detalle en el que no haya pensado y contribuido.

El traje del novio, lo mismo, color de la corbata, camisa, gemelos, todo está pensado y construido con mi atenta mirada.

Los trajes y complementos de nuestros hijos, todo está perfecto.

Elegir el ramo, el peinado, el maquillaje. Me siento diseñadora de un gran evento y estoy completamente feliz y veo a Dani feliz, aprobando lo que hago, pues todo destila amor y detalle.

Y ahora a mis 44 tacos ya ves tú (dixit Sabina) entiendo la emoción de una novia.

Las Guerras Foriles

<b>Las Guerras Foriles</b>

Hace ya bastante tiempo que descubrí que lo más divertido de un foro eran las guerras. Para una forera escasa, tómese este adjetivo, por el sentido de escasez o poco pródiga, leer guerras foriles es infinitamente divertido.

Me muevo en foros por llamarlos de alguna manera, televisivos. Vamos de concursos de televisión. Pero estos a la larga son bastante aburridos. La verdad es que para mí siempre habia sido así hasta que descubrí los foros.

Al principio siempre son buenos rollos, todos nos queremos de la hostia y somos super enrollados, al poco van saliendo las personalidades, amplificadas por el anonimato y ahí empieza la carnaza.

A este salsa le aderezas alguna moderadora con aires de grandeza y ya está montado el pastel. Acto seguido los comentarios solo hablaran del concurso en cuestión por aquello de que no te editen por no corresponder al tema, utilizando toda una serie de susterfugios dialecticos para clavar puñaladas al contario.

Ríanse ustedes del Brain Trainer, pocas actividades activan más nuestras atocinadas neuronas que el tocarles los huevos al contrario pero que no haya pruebas que lo demuestre.

En los foros siempre hay gente que se cree más que nadie. Están los que llenan sus hilos de una infumable verborrea, solo para decir a mi el que me mola es este y los demás son una mierda., Luego lo están las que van a por el record Forero/a del año con más números de post, eso sí en la mayoria ponen "Yuhuuuuuuu que te he visto". También confluyen los "yo piso to´s los charcos" para que su nombre siempre figure en el último comentario y ya como caso extremo las que van de narradoras de programas en directos, estas últimas son de lo más In.

 Últimamente,  se lleva también el modelo, "doy más pena que ninguna" donde si no tienes un cáncer o varios muertos recientes no eres nadie. También admiten todo tipo de condolencias pero nada de críticas, porque entonces es que no tienes sensibilidad.

Una buena modalidad de guerra que se da mucho ahora es la guerra inter-foros-blog. Que consiste en que alguien ataca a alguien, pero la persona atacada no se puede defender en el foro original, por amenaza de ser banneada o estarlo ya, por lo que recurre a responder en otro foro o blog, donde le sea posible dar la respuesta. A mi este sistema me resulta pelin agotador y si no tienen una buena conexión a Internet estás jodido, porque a veces requiere seguir la guerra en tres o cuatro paginas a la vez. Pero hay que reconocer que estas son en si mismas las más divertidas porque cada cual desde la pagina que dispone, pues suelta sus burradas con una mayor libertad.

Y aquí estamos, pasando del programa del momento que creo que es Supervivientes, o lo que es mejor Sobreviviendo a esta nueva guerra.

 

 

Nuestra memoría histórica

<b> Nuestra memoría histórica  </b>

¿Dónde está mi abuelo? ¿Dónde están los abuelos de media España? Llevo tiempo buscando en listas interminables, un nombre, una pista algo que me diga el porqué me quedé sin él.

He encontrado tanto dolor en esas listas, es tanta la tristeza que produce, que es difícil no involucrarse y bucear en las listas de la historia olvidada.

Hubo una España que perdió. Una España que no pudo enterrar a sus muertos, porque los tiraron en fosas y ni la pena le dejaron a las viudas.

Hubo una legión de niños sin padres, hubo una legión de niños que se hicieron un hombres pero siempre fueron mudos. No hablaron de lo que les pasó, no hablaron de su pena y su dolor, ni de la rabia que produce el que te maten a un padre.

Ahora, la tercera generación habla, busca, grita. ¿Dónde está mi abuelo?

Soy consciente de que no hallaré su cuerpo, ni siquiera lo busco. Pero quiero sus papeles, su legajo, sus sentencias. Quiero su acusación, quiero saber quien lo mandó a la muerte por rojo. Quiero saber cuanto estuvo en la cárcel, las veces que le movieron, le trasladaron hasta que por fin le sacaron y no volvió.

Quiero mi memoria histórica y dársela a mi padre. Para que hable, para que sepa. Para que la vida le demuestre que ha valido la pena esperar, porque al fin le pudo encontrar. En una sentencia, en un legajo y descanse para siempre en paz en nuestros corazones.

Con la Iglesia hemos topado

<b>Con la Iglesia hemos topado</b>

Hablan de la nueva España, de las ciudades cosmopolitas, de las democracias jóvenes.

El sentido del tiempo no es el mismo cuando miramos una democracia que una persona.

Yo he vivido la mayor parte de mi vida en democracia, 30 de mis 44 años han sido en libertad y sin embargo, soy conscientes que hay cambios que nuestra sociedad aún no puede asumir, porque nuestra democracia es joven.

Entonces me doy cuenta, de que lo más probables es que yo esos cambios no los veré.

Si hacemos una proporción directa, sobre que 30 años de democracia equivalen a una adolescente de unos 15 años, cuando está democracia sea madura, yo seré una anciana o no existiré.

No soy mujer de paciencia, lo sé, lo acepto y me jodo y me aguanto, pero es que hay cambios que me resultan tan urgentes, tan elementales, que mi carácter me impide, resignarme a pensar que mis nietos lo verán.

La actitud de la Iglesia en los asuntos de estado, me parecen inadmisibles.

Me parece aberrante que una secta dicte y como se debe vivir, como hay que gobernar.

Me parece denigrante que esa misma secta exija ayudas del estado al que critica y no respeta.

Me parece flipante que no paguen impuestos, es más que quieran ser mantenidos con los impuestos de todos los españoles.

Me parece alucinante que disfruten de un patrimonio escandaloso y no paguen ni un duro por ello, cuando cualquier españolito es agobiado, por todo tipo de impuestos sobre la propiedad.

Lo sé, Roma no se conquistó en una hora y aun en éste país manda mucho el señor cura, aunque sea desde la COPE y antecedentes sangrientos en nuestra historia, que nos piden, prudencia y paciencia para hacer ciertos cambios, pero es que yo, esta pobre mortal, no los veré.

El poder Corructo

<b>El poder Corructo</b>

Se oye, se comenta, se rumorea. Nos han dicho que han oído que decían, que el linchamiento sigue, sin prisa y sin pausa. Pero firme, siempre firme.

Algunos callan, otros protestan veladamente y otros gritan, pero rápidamente sus voces son acalladas y de ellos no queda nada.

No puedo llegar a entender qué sentido tiene estar rodeado de gente que solo te alaba y nunca dice la verdad.

Hoy viendo la vida de la primera ministra Indira Ghandi, me seguía fascinando como puede corromper el poder.

Indira Ghandi, se crió al lado del gran Mohandas Karamchand Gandhi, aunque no eran familia, pero ella era hija única de uno de sus principales activistas Jawaharlal Nehru, que fue el primer presidente de la India Independiente.

Desde pequeña mamo la cultura del Partido del Congreso que había conseguido liberar a la India del yugo del Reino Unido.

Al morir su padre, algunas voces la elegían como sucesora, pero ella se negó, nombrando primer ministro a Shastri y este la nombró ministra de Información. Dos años después a la muerte de éste, fue impulsada a la secretaría general del partido del Congreso y, por extensión, al puesto de primera ministra. Siendo la primera mujer que tenía ese puesto en la India.

Su actuación en el seno del gobierno, se caracterizó por una política progresista, nacionalizó la banca, concediendo créditos a las castas más desfavorecidas y elaborando planes de gobierno que hizo erradicar el hambre, que en esos años asolaba el país.

Acabó con las revueltas independentistas de Pakistan Occidental, y fue nombrada hasta diosa por el pueblo.

Pero, 10 años después toda su política estaba corrupta por la avaricia de poder. Quiso en todo momento tratar de promover que su hijo menor, fuese su sucesor político. Sanjay Gandhi, hombre sin educación y burdo, se había convertido en un máximo político y era notoria la confianza que Indira le depositaba. Fomentó una política de control de la natalidad que incluía programas de esterilización a la fuerza y con listas negras.

En unos años, la salvadora del pueblo, se había convertido en una autentica dictadora.

En 1975 fue acusada de una infracción menor de la legislación sobre elecciones durante la campaña de 1971.

Afirmando su inocencia, dijo que la acusación era parte de un intento para apartarla del cargo y en lugar de dimitir, ante las protestas de la oposición y el pueblo, declaró el estado de emergencia y suprimió las libertades individuales, que mantuvo durante dos años, alargando hasta el máximo la celebración de elecciones libres.

Llegó incluso hasta cortar la luz de los periódicos, para mantener el control de lo que se publicaba.

Ello, unido a una serie de medidas que no contaron con el favor de la población, contribuyó a su derrota en las elecciones de 1977. Tuvo que abandonar hasta su casa y durante un tiempo estuvo aislada de la política.

Su querido hijo Sanjay murió en un accidente aéreo, por lo que Indira Gandhi formaría a su hijo mayor como su sucesor (Rajiv, quien asumió el cargo de Ministro al morir su madre); sin embargo, al inicio de esta década varios estados indúes reclaman su independencia del gobierno central y ambos recurren a la violencia. En 1983 fue electa presidenta del movimiento de Países No Alineados, siendo asesinada por dos de sus guardias de seguridad de origen sijs el 31 de octubre de 1984.

El poder la corrompió, como a tantos otros. Unos más grandes, otros más mindunguis, pero el camino seguido por todos es el mismo.

¿Seremos todos así?